Así fue el viaje de prensa de 3 días y mi estadía extra de 4 días (en total 7) en el Iberostar Cancún Star Prestige detallada por día.
Puedes leer una reseña más general del hotel en Experiencia en el Iberostar Cancún Star Prestige de la Riviera Maya.
Día 1:
Llegamos alrededor de las 11 am al hotel y nos recibieron con un cóctel. Luego procedimos a hacer el check in y a descansar un rato.
Almorzamos con Anna y Sofi, ambas de la agencia que organizó el viaje, y con Pame, una blogger chilena. Luego se unió Igor, periodista de Sao Paulo. Y así, de a poco, fueron llegando los colegas de Estados Unidos y Canadá.
Después nos reunimos para hacer un recorrido tanto del Star Prestige como el Iberostar Cancún que está al lado. El complejo es realmente grande, tanto así, que los pasajeros se mueven en estos carritos de golf que detallé al comienzo. Fue un día más bien tranquilo porque al menos yo tenía un jetlag terrible porque no pude dormir en el avión.
En la noche tuvimos una degustación con ceviche, pulpo, carne y postres, donde compartimos con los otros asistentes. ¡Delicioso!
Día 2:
El segundo día de este viaje conociendo el Iberostar Cancún Star Prestige, el hotel nos organizó una visita a las ruinas de Tulum y Cobá con la agencia Altournative. Muy bueno el transporte, el guía Josué un genio. Todo funcionó realmente bien.
Justo al iniciar la excursión paramos en un Oxxo, donde aproveché de comprar una tarjeta SIM de Telcel para mi teléfono. No había alcanzado a prepararme, pero no fue problema. Pagué los 79 pesos, la instalé y voilá, tenía 4G en mi teléfono y funcionaba de maravillas.
No la usé tanto porque pasé más tiempo en el hotel, que tiene WI FI gratuito y rápido. Pero como trabajo full por Internet, necesito estar pendiente de cualquier cosa.
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Después fuimos a Tres Reyes, un poblado de Quintana Roo donde viven comunidades mayas locales. Ahí tuvimos un almuerzo típico, muy sencillo, pero delicioso. Cruzamos un puente colgando donde casi me dio un ataque —tengo miedo a las alturas, pero igual crucé—.
Para cerrar, nos bañamos en un cenote, una cueva llena de agua de lluvia cristalina. Novedoso, me gustó mucho. Necesitas bajar unas escaleras para llegar. El lugar es realmente lindo, miren las fotos.
Luego, de regreso, tuvimos un cóctel en el bar Star Prestige Lounge donde una chica me recibió saludándome por mi nombre y con una margarita. Detalles que te hacen sentir especial. Ahí nos esperaba Fernando, director del hotel.
Cenamos en La Parrilla. Este restaurant de especialidad tiene una decoración tipo americana, con cuernos de alce y detalles que me recuerdan a Alaska. La entrada era tipo buffet: mucha ensalada, quesitos, mariscos, de todo y para todos.
El segundo era opcional entre un ribeye y salmón. Yo que soy loca por el pescado, esta vez opté por la carne. Si el restaurant se llama La Parrilla, había que probar carne. Me trajeron un brontosaurio enorme que no pude comer entero, pero estaba suave, delicioso, a medio cocinar (así lo pedí yo).
Día 3:
Ya en el último día del viaje de prensa, se sumaron tres periodistas mexicanas y mi amiga Karla Bade de World Travel Feet, también de México.
En la mañana tuvimos una rueda de preguntas con Rafael Carmona, Director de Operaciones de Iberostar en México, y Natalia Díaz Stalenhoef, Trade Marketing Manager América, para adentrarnos un poco en la cultura de Iberostar y el concepto de lujo del Iberostar Cancún Star Prestige.
Después tuvimos un momento muy esperado: masajes relajantes, los cuales, a solicitud nuestra, lo hicimos en la playa. Mejor ni entro en los lugares fuera de este mundo a los que transportó ese masaje de 50 minutos, sumado al ruido de las olas del mar. Recomendadísimo.
Ya en la tarde, almorzamos en el buffet del Iberostar. Cuenta con más opciones que el buffet del Star Prestige, pero la calidad es la misma. Muchos mariscos, comida mexicana, pizzas, ensaladas, de todo. De hecho, puede que haya mezclado las fotos a continuación, pero es que todos los días hay cosas nuevas para probar.
En la noche participamos de una degustación de tequilas. Me ardió el labio, la garganta, el estómago, todo. Realmente es muy fuerte el tequila solo, pero supongo que tiene su arte, así como el pisco. Había mucho viento, pero la verdad es que lo pasamos divino.
Luego cenamos en La Horma, un restaurante gourmet donde probé una deliciosa sopa de calabaza como entrada y camarones como plato principal.
Como postre me ofrecieron una opción de helado sin lactosa.
Fiesta en Cancún: Coco Bongo
Y para terminar este viaje de prensa, un grupo de los asistentes al viaje de prensa fuimos a Coco Bongo, todo organizado por Fernando, Director del Hotel, y acompañados por Dominique, también del Iberostar.
¡Fue toda una experiencia! Aunque no es el tipo de entretenimiento al que suelo asistir, no me iba a perder la oportunidad de festejar al estilo Cancún. Y la noche no defraudó: en Coco Bongo hacen un espectáculo muy entretenido con acróbatas y bailarines que representan películas y famosos personajes. La música es para todos los gustos y edades. Muy entretenido. Además, fuimos en calidad de gold members y nos dieron una ubicación especial para disfrutar el show.
Al día siguiente y último del viaje de prensa, los otros periodistas y blogueros dejaron el Iberostar. Por gentileza del hotel, me quedé 4 días más por motivo de mi cumpleaños, el 10 de diciembre. Más adelante contaré más que hice esos días, pero confieso que la mayor parte del tiempo la pasé trabajando en mis artículos y disfrutando del sol, la playa y la piscina del Star Prestige.
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Nota al pie
Como comentario final, creo que algunos lectores podrían pensar que como es viaje de prensa y una invitación, es evidente que voy a encontrar todo bueno. Si opinas eso, no te culpo, quizás no me conozcas mucho.
Aunque fui invitada como “influencer”, siempre dejé claro que primero soy periodista. Los días extra que me quedé me dediqué a observar a los otros huéspedes y el trato del personal, el cual me pareció genuinamente cordial y muy atento siempre.
Trabajé en cruceros de lujo y en hoteles 5 estrellas en Nueva Zelanda (así como hostales, pero no viene al caso) y conozco muy bien la dinámica de la hotelería. Siento que eso me da algo de ventaja para opinar con cierta propiedad y ser un poco más crítica, quizás, que otros huéspedes.
Así que no, no porque sea invitación tengo que necesariamente encontrar todo bueno, pero, sinceramente, mi estadía en el Iberostar Cancún Star Prestige nunca me defraudó.
Espero que mi experiencia sea beneficiosa para elegir quedarte aquí en tus próximas vacaciones.
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