Desde diciembre de 2016, Brasil ha experimentado un aumento en casos infectados por el virus de la fiebre amarilla, tanto en humanos como en primates no humanos. Sin embargo, durante el verano de 2018, la enfermedad ha vuelto a propagarse. Dos turistas chilenos murieron en Brasil tras contraer fiebre amarilla.
Luego de compartir la noticia de que el primer chileno falleció, recibí un comentario de un seguidor, en Instagram: “No me voy a vacunar, haha”. Después, otra persona me dijo que no cambiaría su pasaje por nada del mundo. Y me molestó su irresponsabilidad y liviandad para tomar una decisión así, pero me motivaron para hablar del tema.
Desde mi humilde medio de comunicación, quiero pedirle a mis lectores que se vacunen si van a viajar a destinos donde existe el peligro de contraer la enfermedad. Dos viajeros han muerto y hay otro hospitalizado. ¿Realmente vale la pena sacrificar tu vida por un viaje?
Pero vamos por partes.
¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos del género Aedes. Se caracteriza por causar daño hepático, renal y miocárdico, así como hemorragias.
Se encuentra en América Latina, sobre todo en las zonas cercanas al Amazonas, y en el África Subsahariana.
En Chile se registraron hasta 1912. El virus fue importado desde Ecuador, pero se logró erradicar tras una exitosa campaña. Desde entonces, no se han notificado casos producidos en el país.
Síntomas de la fiebre amarilla
Luego de que una persona es picada por un mosquito infectado, el período de incubación es de 3 a 6 días. Los síntomas pueden ser fiebre, malestar general, dolor de cabeza, fotofobia, dolor lumbosacro y de extremidades inferiores, anorexia, vómitos y mareos entre 1 y 3 días. No voy a profundizar en cómo se produce la muerte, eso lo pueden encontrar en la página de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La fiebre amarilla es frecuentemente fatal en aquellos que no tienen la vacuna.
Por qué países donde no hay fiebre amarilla, solicitan la vacuna
Algunos países requieren la vacuna contra la fiebre amarilla para evitar que el virus ingrese al país, porque, por lo general, son territorios donde puede o no puede desarrollarse el virus y donde el mosquito de la fiebre amarilla está o ha estado presente.
El ingreso del virus a través de viajeros infectados podría resultar en la propagación del virus en el territorio, poniendo en riesgo a la población. Por lo tanto, la prueba de vacunación es requerida a los viajeros que vengan de países con riesgo de transmisión de la fiebre amarilla e, incluso, a aquellas personas que han estado en tránsito en dichos países.
Prevención de la fiebre amarilla
La fiebre amarilla puede prevenirse con una vacuna muy eficaz, segura y asequible. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de recuerdo. La vacuna ofrece una inmunidad efectiva al 99% de las personas vacunadas en un plazo de 30 días (Fuente: OMS).
La vacuna debe ser puesta al menos 10 días antes de viajar.
La vacuna está contraindicada en menores de 9 meses, mujeres embarazadas o amamantando, personas con severa hipersensibilidad a los antígenos del huevo y personas con severa inmunodeficiencia. Los mayores de 60 años deberían consultar a su médico especialista.
El riesgo de contagiarse de fiebre amarilla depende de la presencia del virus en humanos, mosquitos o animales.
En los países endémicos (donde se da el virus de la fiebre amarilla), se sugiere el uso de insecticidas de uso tópico que contengan DEET en concentraciones entre 30 y 35% aplicado directamente en la piel. Sugiero usarlo aunque tengan la vacuna.
Evitar el uso de perfumes porque atrae a los mosquitos.
En Chile la vacuna de la fiebre amarilla cuesta por sobre los 40 mil pesos y no se encuentra en el sistema público debido a que no es una enfermedad endémica, es decir, no es propia del país.
Comentarios
No tengo la vacuna de fiebre amarilla porque no he viajado a lugares de riesgo o donde ha habido un aumento del riesgo. Sin embargo, apenas pueda y lleguen dosis a Chile, me voy a vacunar. A veces, por ahorrarnos unos pesos, no nos damos cuenta que estamos exponiéndonos a un riesgo que podría ser irreversible. ¿Te imaginas morir o enfermarte gravemente en otro país? ¿El daño emocional y económico que provocarías a tu familia? No vale la pena. No se trata de ser alarmista, sino de entender que esto es como la ruleta y a cualquier le puede ocurrir.
La vacuna cuesta 40 mil pesos, el pasaje a Brasil unos 300-400 mil, tu vida… es invaluable. Si ya tienes tu pasaje a Brasil y no puedes ponerte la vacuna porque no hay, trata de cambiar el pasaje a Uruguay, por ejemplo.
Fuente: World Health Organization
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